Dicción. Pronunciar con toda claridad las
palabras con las que construimos los mensajes que deseamos transmitir
Fluidez. Es utilizar las palabras de manera espontánea
natural y continua
Volumen. Es la mayor o menor intensidad que un hablante imprime a su voz al
transmitir un mensaje al auditorio
Ritmo. Es la armonía y acentuación
grata del lenguaje, que resulta de la
combinación y sucesión de las palabras y
frases que seleccionamos y que se expresan respetando los signos de puntuación.
Claridad. Es importante expresar en forma
precisa y objetiva los conceptos, ideas y pensamientos empleando los recursos
para aumentar la claridad de los
discursos.
Coherencia. Es expresar organizadamente las
ideas o pensamientos en cadena, unidos por un conductor lógico.
Emotividad. Consiste en proyectar por medio de
nuestras palabras la pasión y el calor necesario para convencer, sensibilizar o
persuadir a un auditorio.
Movimientos corporales y
gesticulación. El
lenguaje oral se apoya en movimientos
corporales y la gesticulación o expresión facial y los relaciona con la
situación de la comunicación, ya sea para reforzarla, contradecirla o
sustituirla.
Vocabulario. Repertorio de palabras que tenemos
almacenadas en nuestra mente, debemos seleccionar aquellas que nos
expresen claramente el contenido de
nuestros mensajes y que a la vez sean entendidos por nuestros receptores,
considerando el grado cultural, social y psicológico que ellos poseen.
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